Cada vez veo más complicado diferenciar entre lo sensato y lo absurdo, entre lo relevante y lo insignificante, entre lo creíble y lo irracional…
Es echar un vistazo a la prensa ‘seria’ e infinitos ejemplos salen disparados a mi retina. Y por lo visto mi cerebro no es capaz de decodificar los mensajes que recoge mi vista. O no hay lugar en ninguno de los dos hemisferios de mi cerebro donde la sandez entendida también por los escépticos como ilusión, mentira, fe ciega, fanatismo o pisto que gira entorno a la religión, pueda ajustarse a mi concepto de realidad, sin aditivos.
En un intento de escapar del día a día, de las principales cabeceras nacionales y tratando de dejar a un lado una realidad manchada, truncada, precipitada a un lleno de corrupción moral y material donde la libertad individual corre serio peligro, he ido a informarme a los medios no convencionales con la idea de nutrirme de lo que, abiertamente, se define como absurdo. He ido a parar un portal de noticias donde, de normal, encuentras informaciones de los más disparatadas. De esas que no parecen tener conexión alguna con el mundo en el que vivimos.
Y de momento, la realidad y el absurdo se han hecho uno. Un enlace hasta el periódico La Vanguardia mostraba lo siguiente: el Papa Francisco va a perdonar los pecados por TWITTER. Y digo yo: ¿con esta herramienta gana efectividad la intermediación entre Dios y los creyentes? y, ¿qué acerca de la privacidad de las penitencias? Ah bueno, que, al parecer, serán PERDONES COLECTIVOS. Poco pringa, Francisco!
Jajajajaj Perdonad, pero es que esto ya es de juzgado de guardia.